La única mujer que cambia mi vida 

Eres la única que me brinda luz cuando mis pensamientos se quedan en la oscuridad. 

Eres la única que me puede curar del dolor que a veces me da el vivir. 

Eres la única que me ofrece serenidad y paz cuando estoy cerca de ti. 

Eres la única que me entiende y quiere aprender de mi. 

Entonces solo me queda escuchar tu voz cuando corre el viento. Eso lo hago para siempre estar en tranquilo. 

Entonces solo me queda sentir tus besos cuando algo de llovizna cae sobre mis labios. 

Entonces solo me queda hacer un puente en mis sueños para visitarte y abrazarte. 

Y aunque lejos Ariadna tu de mi estás, en las noches susurro a la Luna y le comento lo bella que eres pues sé que al cielo sueles mirar.

Aunque que mis manos no te pueda tocar, le digo al viento que te acaricie por mí con suavidad. 

Aunque pasen los días y no estés, mi alma siempre te podrá percibir en el mundo astral.

Cambias y quizá no lo puedes entender, pero para mí eres lo mejor que me pudo suceder. 

Cambias y todo puedes crear, pues poderes sin igual puedes desencadenar. 

Cambias y todo vuelve a ser, eso que en un inició se concibió sin final. 

Ariadna, eres el inicio y fin de la rueda de la vida y del amor. Ciclo que solo contigo quiero repetir, por ello sigamos en este lapso sin fin llenos de amor, pasión y acciones sin igual.  

El amor es lo único que nos puede cambiar y mejorar. Seamos amor, seamos un todo sin igual. Eso es lo que quiero para ti y para mí. 

Solo tú…

Solía dejarme ir en el miedo de no ser como quisiera ser, pero cuando me besas me haces posarme firme en la realidad. 

Solía aislarme para no lastimarme o sentir que fallaré, pero cuando te veo, tus ojo reflejan las miles de oportunidades de ser mejor junto a ti. 

Solía pensar que las injusticias aquejan mi vida, pero cuando hablas haces que mis ojos perciban como es la felicidad y la realidad. 

Y entonces es que tu sonrisa me transforma, me hace cambiar y solo te deseo amar. 

Y tus besos paran el tiempo, me hacen sanar y revivir a lo nuevo. 

Y tus ojos me reflejan la paz infinita, me hacen viajar y entender vivencias que no podía imaginar.

Solamente tú tienes esa habilidad de cambiar mi mente y ser esa mujer que quiera por siempre. 

Solamente tú tienes esa mirada que congela mis sentidos, que me da nervios y a la vez seguridad. 

Solamente tú tienes esa voz que siempre quiero escuchar al amanecer. 

Tú, solo tú, tienes esa energía de hacerme vibrar y sentir eso que no sabía que podía existir. 

Tú, solo tú, haces que el mundo sea mejor cuando solo empiezas a caminar. 

Tú, solo tú Ariadna puedes complementarme y crear otra realidad que solo ambos podemos mirar. 

Y entonces es que tu sonrisa me vuelve a eclipsar, haciendo que te ame más y más. 

Y es que tu sonrisa me da ese poder de ser todo lo que la vida nos puede dar. 

Y entonces Ariadna es tu amor, eso que cambia a mi y todo en este infinito bello. 

Seamos amor, seamos un infinito… 

 Viviendo la vida contigo

A pesar de que te dejé y cambié de ser, dejé grabado tu nombre muy dentro de mi ser. 

Es que sin tenerte, sin verte, siempre te tenía presente en el mundo onírico ese en el que nunca te quise dejar. 

Sí te borré un tiempo de mi vida pero no de mi corazón, peleaba conmigo mismo, con mi inseguridades y con lo que pensaba que estaba mal – todavía peleó, ja – .

Y ahora cuando me volviste a mirar, me hiciste sentir que hay un fin real por vivir. 

Me hiciste evolucionar, me hiciste llorar, me hiciste cambiar, me hiciste amar.  

Solo cuando me sonríes me haces sentir seguridad y ser consciente de lo que bello que todo es, porque contigo nadie más es mejor. Todo es tan lindo como escuchar tu voz. 

Contigo puedo evadir la realidad, y ser nuevamente un ser racional. 

Contigo puedo crear, encontrar la vereda que debo caminar.

Y todo lo cambias con la tesitura de tu voz, y haces que cada día brille más cuando despiertas y abres los ojos. 

Y contigo puedo sentir que no hay nada que no pueda hacer, pues tu completas eso que faltaba en mi ser. 

Es cuando te pones a sonreír y me haces perderme en el infinito del tiempo, pues al escuchar tu voz, cierro mis ojos y siento tus labios. Y con eso siento tranquilidad, la paz de simplemente estar frente a ti. 

Contigo puedo ver la vida de color rosa, y ese tono me hace encontrar la felicidad. 

Y solo es con un beso tuyo que puedo viajar, y entrar en eso que solo tú y yo podemos descifrar. 

Y ahora es cuando mi alma solo quiere estar junto a la tuya, lentamente. 

Contigo quiero vivir, quiero soñar que existe solo esta realidad, congelando cada momento de tus besos. 

Contigo quiero despertar, ver el horizonte lleno de estrellas y el Sol iluminando tus ojos. 

Contigo Ariadna quiero desafiar eso que jamas nadie pudo pensar. 

Y solo deseo, Ariadna, que el amor siempre me guíe al camino de tus labios y tu mente. Infinitamente.  

 La vida, el destino y las almas

Esta experiencia llamada vida todo lo cambia o transforma, y durante más de 15 años te he visto cambiar, ser y no ser, para renacer. 

Contigo aprendí el acto de dar, no juzgar duramente – todavía trabajo eso –, ayudar, convivir, enseñar, no pensar en los otros y amar sin condiciones. Pero también percibí el acto de dejar ir, decir adiós, y crecer con cierto dolor. 

Muchas veces te añoraba pero me aferraba a una dualidad, a un destino y a un supuesto deber que ni yo creía. Solo era un impulso de pasión y confusión. 

Tras pasar una parte del sendero vivencial con escollos y tristezas, hoy te amo más y percibo con la visión que no observa la vida común, sino tu alma. 

Mi amor por ti ha pasado por la intensión de poseerte siempre, a comprender a vivir experiencias de libertad donde nuestras almas puedan fluir. Y mientras, creo el camino para viajar contigo, pero en este proceso te extraño tanto que mis lágrimas reflejan tu imagen y mi mente se obnubila de cosas negativas e inseguridades que estoy dejando. 

Pero no hay día en que no te piense y reflexione cómo te amo. Y entonces cambio, cambio eso que pensé bien por años, por que aprendo de ti, pero eso me duele, duele convertirse en otro. 

Incluso con ese raro dolor, el amor por ti Ariadna ha crecido, madurado, se ha consolidado y me hace feliz. Contigo Ariadna he conocido otro lado de la vida, y espero así, amándote, que tu vida sea bella y mejor al sentirme. 

Entonces con mi alma glorificada por tu ser, esperaré verte – en unos meses – en otras vidas. Así lo que unió el Gran Hacedor del Universo, nuestras vidas, jamas lo podrá separar otro ser. 

Seamos un destino, seamos un infinito, seamos un amor inconmensurable, seamos tu y yo. El complemento del todo, somos, seamos, Ariadna y yo. 

El juego de la realidad 

Muchas veces juego con mi realidad, ahora mismo sé que existo porque me reflejo en el amor que te ofrezco. 

Y así pues, tú y yo, seamos lo que el amor nos dice, creamos una realidad alterna a la vida donde todo es bello excepto por ti, que eres inconmensurablemente más linda. 

Creemos la realidad donde solo lo que necesitamos este con nosotros…esa donde tus sueños de  mirar al alguien, esperarlo, ver que es alguien que amas y que a la vez el otro te ama, sea el ideal. 

Miremos al Sol esperando que nos llene de su luz, esa que hace brillar tus ojos y verme a través de tus pupilas. Juguemos con el viento, ese que acaricia tu hermoso cabello mientras no estoy junto a ti. Juguemos y creemos nuestra verdad, esa que nadie más puede diseñar. 

Juguemos con la tierra, nutramos nuestras ideas, plantando vivencias para luego cosechar éxitos.  Juguemos a crear el amor en esta ilusión llamada vida, seamos tú y yo Ariadna. 

Seamos un juego infinito que solo sabemos entender nosotros. 

Dime, cómo puedo evitar extrañarte, cómo puedo dejar de pensar en tus besos, cómo. Si eres lo más preciado de esta experiencia llamada vida.

Cómo puedo dejar de sentir amor y lindura por ti, si contigo la felicidad se expande más allá del universo y confluye con los otros.

De qué otra forma tendría que vivir, si eres con quien más he anhelado vivir la vida. 

Cómo, dime cómo podría estar sin ti. 

De qué forma serían los días sin escuchar tu voz, de que manera entendería a la gente sin percibir tu felicidad. De qué valdría seguir intentando ser mejor si no podría compartir mis experiencias a tu lado. 

Cómo sería el volver a los lados dónde te vi o besé. Cómo cambiaría la vida si no escuchara tu risa. Cómo, dime cómo podrían ser los días sin ti. 

De qué manera tendría que engañarme para así conformarme con el hecho de que regresarías. De qué modo los pájaros trinarían, pues al verte pasar, cantaban por tu brillo tal como si fueras el mismo Sol. 

Cómo, cómo sería todo…

Dime, cómo pasaría enero sin ti, acordándome que a los nueve días de ese mes, siempre festejaba el que estés aquí. 

Dime qué sería la playa, la montaña, la tierra y el agua sin tus recuerdos, sin tus acciones. Ellos seguirían pero yo no. 

Cómo podría yo estar así, dime. 

Por eso sigo y deseo estar a tu lado, viviendo la vida, siguiendo al amor, pues sin ti seguro esto tampoco existiría. Cómo o de qué manera seguiré y actuaré, no sé, pero si estoy plenamente seguro que junto a ti Ariadna siempre quiero verme. 

Un viaje llamado vida

El viaje más increíble de la vida es sin duda ese donde dos personas se pueden amar y equilibrar mutuamente. 

Ese viaje llamado vida siempre es una ilusión donde se junta experiencia conocimiento y trabajo. 

Pero es imprescindible saber con quién y cómo viajarás pues a veces la ruta no es la mejor y el acompañante tampoco. 

Y aun así siempre vale la pena intentar mejorar el rumbo, tratar de ir a buen puerto, pues así es la vida. 

Pero que mejor que cada día sentirse inspirado por la otra persona, sabiendo que por estar y vivir, ya todo es mejor. 

Qué mejor que sentir amor recíproco, reflejarse en cada acto de bondad y lindura del otro, pues el otro es parte de uno. 

Así, quiero recorrer cada momento, recordar cada bella experiencia, entender el porqué de tus enojos, tus alegrías y tristezas, crear felicidad mutua y ser eso que siempre soñé, por que sé que representas eso que he anhelado siempre de una mujer. 

Esto que llamamos vida, es y será la aventura más bella que podamos experimentar, juguemos a amarnos, y así seamos lo que siempre hemos querido, bella Ariadna. 

Si pudiera cambiar el tiempo

Y desearía tener una máquina del tiempo para atrás, ir y tener esos momentos en que fui tan feliz contigo. 

Viajaría, te besaría más, te cuidaría más, te diría que puedo cambiar la vida, y estar siempre junto a ti. 

Viajaría, te buscaría también en otros universos paralelos, pues si los hay, seguro está ahí y quisiera volverte a ver en ellos. 

Desearía ir a ese tiempo donde todo era lindo, luego donde todo era complejo, decirte que no te enfadaras, que esperarás y me diría a mi mismo que tenía que ir a buscarte. 

Y viajaría para ver cómo eras antes de conocerme, asegurarme que tu belleza siempre ha sido inmaculada. 

Y viajaría para volverme a ver contigo, por que sé ahora que todo cambió que la vida es mejor y que juntos seremos como uno, un para que podrá con todo y todos. 

Y entonces viajaría al futuro, verte conmigo, ver los días juntos, darme cuenta que no me equivoqué, que todo ese tiempo sin ti valió la pena. 

Pero no tengo esa máquina, solo tengo el tiempo y mi destino, el cual no sé cómo termina, pero sí se que haré todo por estar junto a ti, cada uno de los días que tenga. Para verte, admirarte, besarte y amarte, Ariadna. 

Nunca pude olvidarte

Y cómo podría olvidarte, si en cada sueño te veo. 

Cómo podría dejarte de sentir, si en mi recuerdo está el sabor de tus besos. 

Cómo podría apartarme de ti, si me complementas y haces mejor ser humano. 

Y cómo podría dejar de amarte, si eres la mujer con la que mis vidas quiero pasar.

No, no puedo olvidarte, pues en cielo que veo las estrellas brillan tal como tu ojos al verte. 

No puedo dejar de amarte, pues tanto nos complementamos que uno se refleja en las acciones del otro. 

No puedo dejar de sentirte, pues a cada minuto que pasa deseo verte, tocarte, besarte.

No, no puedo ignorarte, sé que cualquier problema lo podremos resolver pues tú ves algo en mí que yo no veo en mí, que a su vez se complementa con lo que sé que necesitas tú. 

Entonces sé que no hay mujer como tú, que me haga sentir felicidad solo por el hecho de saber tu nombre. 

No hay mujer que me haga reflexionar y entender aquello escondido en mí, solo tu haces eso con tu amor. 

No hay mujer que tan linda como tú que me haga sentir bienestar y paz. 

Entonces sé que eres única y que no quiero dejarte amar. 

Cómo sería la vida sin ti, un día nuboso que se extendería al infinito.

No podría suceder eso porque el destino nos atrajo y fusionó. 

Entonces podrá haber millones como tú pero nadie, jamás, será la que eres ahora y amo. 

No hay mujeres más bellas, pues tú tienes toda la hermosura que se puede pensar, misma que nunca dejaré de percibir como indescriptible. 

No hay mujeres, solo tú para mí, entonces soy por que reconozco el amor a través de ti Ariadna. Cómo, por el simple hecho de que existes y eres tú, con la que no podría dejar de estar. 

La unidad siendo dual

Uno siempre busca tener amor y comprender la vida. Pero eso sólo se puede realizar mediante la concepción de un alma dual que nos ayude a crecer.

Uno siempre busca lo fácil y lindo, sin embargo, eso no siempre es lo más adecuado. 

Uno es quien cree que tendrá todo de repente y que la vida será sencilla. 

Uno es creador de su cielo y su infierno, pero incluso con eso y el complicado día a día, hay algo que cambia todo, el amor. 

Y así uno con amor puede percibir lo ridículo como algo chistoso, lo malo como algo a superar, lo extraño lo ve como una novedad y lo triste como un momento a recordar. Así el amor es la muestra más bella o difícil de una persona, pues lo vuelve vulnerable a la vez de invencible, todo depende quién lo perciba. 

Pero ante lo vulnerable, raro, o extraordinario, yo prefiero amar y ver el sentido lindo en la vida, aunque esté mal, pasará. Y así entonces llego a ti Ariadna, ante los escollos del camino, la sinergía de la comunicación hace que entonces piense en ti. 

Piense en ti como eso que amando cambia, como eso que al amar me hará mejor, como eso que al amar hace revivir los sentidos. 

Uno así es como es, pero amando somos y así seguiremos. Amemos y sigamos juntos.